Ecología
Los factores climáticos críticos
para el desarrollo del cacao son la temperatura y la lluvia. A estos se le unen
el viento y la luz o radiación solar. El cacao es una planta que se desarrolla
bajo sombra. La humedad relativa también es importante ya que puede contribuir
a la propagación de algunas enfermedades del fruto. Estas exigencias climáticas
han hecho que el cultivo de cacao se concentre en las tierras bajas tropicales.
Temperatura
El cacao no soporta temperaturas
bajas, siendo su límite medio anual de temperatura los 21 ºC ya que es difícil
cultivar cacao satisfactoriamente con una temperatura más baja. Es un cultivo
que debe estar bajo sombra para que los rayos solares no incidan directamente y
se incremente la temperatura.
La temperatura determina la
formación de flores a 25 ºC, la
floración es normal y abundante.
Agua
El cacao es una planta sensible a
la escasez de agua pero también al encharcamiento por lo que se precisarán de
suelos provistos de un buen drenaje. Un anegamiento o estancamiento puede
provocar la asfixia de las raíces y su muerte en muy poco tiempo.
Las necesidades de agua oscilan
entre 1500 y 2500 mm en las zonas bajas más cálidas y entre 1200 y 1500 mm en
las zonas más frescas o los valles altos.
Viento
Vientos continuos pueden provocar
un desecamiento, muerte y caída de las hojas. Por ello en las zonas costeras es
preciso el empleo de cortavientos para que el cacao no sufra daños. Los
cortavientos suelen estar formados por distintas especies arbóreas (frutales o
madereras) que se disponen alrededor de los árboles de cacao.
Sombra
El cacao es un cultivo
típicamente umbrófilo. El objetivo de la sombra al inicio de la plantación es
reducir la cantidad de radiación que llega al cultivo para reducir la actividad
de la planta y proteger al cultivo de los vientos que la puedan perjudicar.
Cuando el cultivo se halla establecido se podrá reducir el porcentaje de sombra
hasta un 25 o 30 %. La luminosidad deberá estar comprendida más o menos al 50 %
durante los primeros 4 años de vida de las plantas, para que estas alcancen un
buen desarrollo y limiten el crecimiento de las malas hierbas.
Se emplean especies para sombra,
que generalmente son otros árboles frutales intercalados en el cultivo con
marcos de plantación regulares. Las especies más empleadas son las musáceas
(plátano, banano) para sombras temporales y de Ingas para sombras permanentes.
En nuevas plantaciones de cacao se están empezando a emplear otras especies de
sombra que otorgan un mayor beneficio económico como son especies maderables
(cedro, Palo Blanco) y/o frutales (cítricos, aguacate, zapote).
Suelos
El cacao requiere suelos muy
ricos en materia orgánica, profundos, franco arcillosos, con buen drenaje y
topografía regular. El factor limitante del suelo en el desarrollo del cacao es
la delgada capa húmica. Esta capa se degrada muy rápidamente cuando la
superficie del suelo queda expuesta al sol, al viento y a la lluvia directa.
Por ello es común el empleo de plantas leguminosas auxiliares que proporcionen
la sombra necesaria y sean una fuente constante de sustancias nitrogenadas para
el cultivo.
Las plantaciones están
localizadas en suelos que varían desde arcillas pesadas muy erosionadas hasta
arenas volcánicas recién formadas y limos, con pH que oscilan entre 4,0 y 7,0.
Se puede decir que el cacao es una planta que prospera en una amplia diversidad
de tipos de suelo.
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